1. Practicamos ritos para ponernos en armonía con el ritmo natural de las fuerzas naturales marcadas por las estaciones y las fases de la Luna.
Esto quiere decir que los Wiccanos celebramos ritos y ceremonias para armonizarnos con la Naturaleza y sus fuerzas. Como para nosotros la Divinidad está en la Naturaleza, la celebramos mediante el culto que enriquece nuestra vida y nuestra alma.
2. Nos hacemos cargo de que nuestra inteligencia nos otorga una responsabilidad única hacia nuestro ambiente. Pretendemos vivir en armonía con la Naturaleza, en un equilibrio ecológico y respetando la vida dentro de un concepto evolucionario.
El ser humano tiene consciencia de sí mismo, y eso le exige una gran responsabilidad. Teniendo en cuenta que somos los primeros en la escala evolutiva, somos responsables del bienestar de la Naturaleza y debemos mantener el bienestar de los demás seres. Para nosotros la Naturaleza es sagrada y nos parece un crimen explotarla sin control. Aunque tambien necesitamos los recursos naturales para vivir y desarrollarnos, fomentamos el Amor hacia la Tierra, la práctica de la ecología, el reciclaje, la reforestación de los bosques y el uso de los bio-combustibles.
3. Reconocemos un poder mucho más grande que el detectado por la persona normal. Siendo tan fuerte que a veces es llamado “sobrenatural”, pero nosotros lo vemos como una parte de algo que puede ser alcanzado por todos.
Nuestra sociedad material no ha aceptado que el hombre posea facultades psíquicas, y nuestra cultura occidental las ha relegado a la oscuridad. La clarividencia, la telepatía, el control mental, la hipnosis, la mediumnidad, etc, han sido rechazadas y juzgadas como “no apropiadas” para el ser humano. Sin embargo cuando nos hemos conocido más a nosotros mismos, hemos descubierto que estas facultades forman parte íntegra de nuestra naturaleza y hemos empezado a aceptarlas como algo propio. La parte técnica de la Wicca enseña cómo volver a “despertar” estos poderes dormidos. Invita a re-descubrir nuestro potencial interno, nuestra capacidad psíquica (llamada por algunos como el "Don de la Diosa"). Este don está en todos y cada uno de nosotros. En este sentido la Wicca enseña que todos somos iguales, pues todos poseemos el Don de la Diosa. Lo único que tenemos que hacer para despertarlo consiste en trabajar y ponerlo al servicio del bien común.
4. Creemos que el Poder Creativo del Universo se manifiesta a través de la polaridad y que este mismo poder reside en todas las personas y opera mediante la interacción del masculino y femenino. Valoramos a los dos por igual, sabiendo que cada uno es el soporte del otro. Valoramos el sexo como placer, como símbolo y manifestación de la vida y como una de las fuentes de energía utilizada en las prácticas mágicas y en adoración religiosa.
El concepto de la Polaridad Dios y Diosa es esencial en la Wicca. Observando la Naturaleza vemos que para generar la vida hacen falta dos partes, una masculina y otra femenina. Para crear un ser humano hace falta un hombre y una mujer. Un óvulo y un espermatozoide, y por muy machistas o feministas que se proclamen algunas personas, siempre hace falta esto. Para la Wicca los dos sexos son complementarios y necesarios. Se apoyan el uno en el otro y el uno sin el otro no podrían existir. Por otro lado hay que decir que el sexo para el desarrollo de la espiritualidad no es un problema en la Antigua Religión. Los paganos siempre hemos visto el sexo como algo natural. Nunca como un pecado o algo que vaya en contra de la evolución del alma. Siempre que se aplique con libertad y responsabilidad, el sexo para nosotros es sano. Lo vemos como un acto placentero, como el motor que genera la vida, y puede convertirse en sagrado. De hecho en Beltaine (el Sabbat de Mayo) celebramos la Unión del Dios y de la Diosa como un acto santo, que bendice la creación y fomenta la vida en abundancia.
5. Reconocemos tanto el mundo exterior como el interno o psíquico, a veces conocido como Mundo Espiritual, el Inconsciente Colectivo o los Planos Interiores, etc, viendo en la interacción de estas dos dimensiones la base para los fenómenos paranormales y los ejercicios mágicos. Prestamos igual atención a las dos dimensiones, considerando ambas necesarias para nuestra realización.
Los Wiccanos creemos que el Universo está compuesto por diferentes planos de existencia. Además del mundo físico, existen otros mundos sutiles y elevados. Esta enseñanza nos explica cómo es el Universo y cómo funciona. Algunos ocultistas han diseñado un “mapa” de cómo son estos planos y nos ofrecen la oportunidad de crecer y desarrollar una mayor conciencia superior. También nos sirven para adquirir maestría en el manejo de las energías.
Los planos en su conjunto son;
El Plano Físico
El Plano Emocional
El Plano Mental
El Plano Astral
El Plano Espiritual
Cada uno de los planos tiene unas leyes regentes. Y puesto que forman parte de la Naturaleza, resulta aconsejable saber cómo operan en la vida. Aunque cada uno de los Reinos posee una conciencia independiente, actúan como un todo, influyendo unos en otros y expresándose conjuntamente. Esta es la razón de que el pensamiento pueda actuar sobre la materia, de que ocurran fenómenos paranormales, de que se pueda usar la magia y de que se pueda adivinar el futuro. El Universo es como una guitarra con varias cuerdas, puede tocarse una sola nota, pero siempre hace vibrar a las demás. Los Wiccanos pensamos que cuanto más sabemos sobre cada plano y su conjunto más oportunidades tenemos de crecer y adquirir sabiduría. Por eso siempre estamos dispuestos a aprender de todo. Nos importa tanto el mundo físico, como el psicológico, el mental, el espiritual y el divino, pues todos forman parte de la Naturaleza.
6. No reconocemos ninguna jerarquía autoritaria, pero honramos a los que enseñan. Respetamos a quienes comparten sus conocimientos y sabiduría y apreciamos a los que valientemente se han dedicado a ser maestros.
En la Wicca no tenemos una jerarquía donde haya un líder sobre todos los Wiccanos, no tenemos un jefe, ni un emperador que esté a la cabeza de la religión. No hay una Iglesia con un poder central, ni gobierno con una estructura que domine a los demás. Tenemos profesores y maestros que han recorrido un gran camino y a los que apreciamos por la sabiduría que han alcanzado y por la cantidad de tiempo que han dedicado a nuestra fe, pero nadie tiene poder sobre ti para decirte lo que “tienes que hacer”. La unión con la Divinidad se basa en tú relación con ella. Depende de ti y de nadie más.
7. Consideramos que la religión, la magia y la sabiduría nos unen en nuestra forma de contemplar y vivir dentro del mundo e identificamos esta filosofía y visión mundial como brujería o como el camino Wicca.
Para nosotros todo está interconectado. Evitamos poner barreras en el mundo pues todos somos uno. Nuestra misión consiste en recordar que formamos un gran familia llamada humanidad y tierra. Aunque los continentes estén separados, haya razas diferentes, tengamos un color distinto, todos formamos parte de una misma Tierra. Creemos que nuestras diferencias están ahí para fomentar la tolerancia, para enriquecernos y aprender.
8. El llamarse a uno mismo brujo/a, no te hace brujo. Tampoco la herencia mágica ni las iniciaciones que puedas tener, ni los títulos que puedas colgar en la pared. Un brujo intenta controlar las fuerzas vitales dentro de sí mismo, a fin de vivir sabiamente, en armonía con la Naturaleza y sin perjudicar a nadie.
Lo que verdaderamente te hace Wicca, no son los libros que tengas, ni las herramientas que pongas en tu altar. Tampoco vas a ser un brujo porque te vistas de negro, te cuelgues un Pentáculo o eches las cartas. Lo que verdaderamente te hace Wicca es tu fe, tu forma de pensar, sentir y actuar en el mundo. Es tu fe en los Dioses, tu vínculo y amor hacia la Naturaleza y tu correcta aplicación de la sabiduría lo que te convierte en Wicca
9. Afirmamos nuestra creencia en la vida, en el progreso de la evolución y en el desarrollo del conocimiento, los cuales dan un significado al universo conocido por nosotros y a nuestro papel dentro de él.
Para nosotros la esencia de la vida es lo más sagrado. Pensamos que todos estamos evolucionando y desarrollándonos dentro de este Universo. Creemos que el papel que desempeñamos puede ayudar a mejorar nuestra evolución humana, fomentar el Amor y mejorar la civilización.
10. Nuestra única discrepancia contra el cristianismo o contra cualquier religión o filosofía de vida reside en el hecho de proclamarse como “el único camino posible”, privando la libertad a los demás y suprimiendo otras prácticas y creencias religiosas.
Los Wiccanos reivindicamos la vida y la libertad sobre todas las cosas. Para nosotros es un error decir que la única forma de llegar al cielo sea siendo cristiano, judío, musulmán, etc, pues esta postura limita la libertad humana de creer y pensar como quiera. Pensamos firmemente que la religión es algo que debería escogerse libremente y disfrutarla como un placer para el alma, no por condicionamientos o amenazas de que “si no rezas vas al infierno”. Los paganos estamos cansados de que personas de otras religiones quieran “convertirnos” a su fe. Estamos aburridos de que intenten hacernos cambiar, cuando lo único que hacemos es seguir nuestras creencias. No hacemos proselitismo con los demás y tampoco queremos que lo hagan con nosotros.
11. Como brujos americanos no estamos involucrados en debates sobre la historia del Arte Wicca, los orígenes de los distintos términos, la legitimidad de varios aspectos de diferentes tradiciones, interesándonos únicamente por nuestro presente y futuro.
Para nosotros tiene más importancia la enseñanza práctica que pueda resultar nuestra religión aquí y ahora, que el origen de la palabra Wicca o el origen de un ritual. Pensamos que necesitamos ser prácticos y aplicar nuestras enseñanzas en la mejoría del presente y del futuro.
12. No aceptamos el concepto de “mal absoluto” ni adoramos a ninguna entidad conocida como Satanás o Diablo, tal y como lo define la tradición cristiana. No buscamos el poder a través del sufrimiento de los demás ni permitimos que se obtenga algún beneficio personal por tales medios.
Para nosotros tanto el diablo como el infierno no existen. Son metáforas de las energías que pueden ser bien o mal dirigidas, nada más. No creemos que exista un ser intentando desviarnos del camino, ni una entidad que sea la responsable de nuestras desgracias. Para nosotros existe el bien y el mal, el orden y el caos, pero no una entidad que rija el mal del Universo. Creer en esto es perjudicial tanto para el alma como para la mente de las personas, ya que si se cree que el diablo nos ha tentado a hacer algo malo, se excusa en la propia responsabilidad de cada uno. Nuestra creencia nos enseña a ser responsables con nuestros propios pensamientos, palabras y acciones y nos recuerda que cada acción tiene una reacción. Pensar toda la vida que existe el diablo es involutivo y peligroso.
13. Creemos que debemos buscar dentro de la Naturaleza lo necesario para nuestra salud y bienestar. No nos doblegamos ante tradiciones de otras épocas ni de otras culturas, y no obedecemos a nada ni a nadie más que a la divinidad que se manifiesta a través de nuestros seres. Como brujos damos la bienvenida y respetamos todas las enseñanzas de las tradiciones que afirman la vida. Queremos aprender de todos y compartir nuestro aprendizaje, pero no deseamos que la Religión Wicca sea destruida por aquellos que sirven a sus propios intereses o a filosofías y prácticas que contradigan estos principios. Al querer excluir a todos aquellos cuyos caminos son contradictorios con los nuestros, no pretendemos perjudicar a aquellas personas que tienen un interés sincero por nuestras creencias, sin tener en cuenta la raza, el color de piel, el sexo o la edad, la cultura, la nacionalidad o la preferencia sexual.
Nosotros pensamos que “Dios” está en nuestro interior y a nuestro alrededor. En la Naturaleza podemos encontrar aquello que necesitamos para alcanzar la realización y la felicidad. Estamos encantados de compartir información y sabiduría con cualquier persona “digna” siempre que no ponga en peligro nuestra Religión.
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La autoría de La Carga/Encargo de la Diosa se atribuye a Doreen Valiente, quien lo escribió en verso y después en prosa. La versión en prosa es las más conocida. Se recita La Carga de la Diosa dentro de las celebraciones para así canalizar a la Diosa para que se manifieste. Si se está dentro de un coven, es La Suma Sacerdotisa quien se encarga de recitarla.
